La cantidad de préstamos que se otorgaron para la compras de viviendas fue un 6 por ciento inferior al mismo periodo, pero del 2009. A pesar de todo esto, los inmuebles mantienen sus precios sin dispararse ni disminuirse. La segunda de las probabilidades sería la más factible ante esta situación. El mercado inmobiliario no crece y eso es de gran preocupación para todos los empresarios que se dedican al rubro.
Particularmente en Sevilla, los datos que son entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dicen que desde el 2003 que no se perciben cifras tan alarmantes como las que se observaron hasta este momento en el 2010. Las entidades bancarias sólo entregaron 9.270 créditos hipotecarios, lo que refleja una caída del 6% en el mismo periodo del 2009. Hay que tener en cuenta que este negocio es el principal motor de la economía de la región.
En abril fue el peor registro ya que sólo hubo 1.072 hipotecas. En ese mes siempre se aprecian números inferiores a los que se pueden llegar a ver en el resto del año, debido a que la gente no se interesa en la compra de viviendas a causa de la celebración de la Semana Santa y la Feria. Al ciclo siguiente hubo un repunte, como es normal, con 900 solicitudes de hipotecas más. Esto da una luz de esperanza, aunque es mínima.
Si se hace un repaso general en la historia, en 1996 también se produjo un marcado descenso en el importe de la hipoteca media y de la cantidad total del capital financiero de los bancos.
El mal estado del presente no es lo peor, sino que los analistas piensan que la situación podría ser peor en un futuro no muy lejano. En los primeros cinco meses de 2010, los bancos prestaron más de 1.036 millones de euros en Sevilla. Esto evidencia una caída del 5,3 por ciento respecto al mismo periodo pero en 2009.